Así lo precisa el abogado laboralista César Puntriano, quien resalta la importancia del trabajo decente como objetivo de toda política laboral, que implica el respeto a derechos mínimos fundamentales como libertad sindical, negociación colectiva, libertad de trabajo, jornada laboral razonable y ambiente de trabajo seguro.
Otro punto importante, agrega, es el compromiso de los Estados de incorporar a los trabajadores de la pequeña y mediana empresa (PYME) en los sistemas de protección social. “No debemos dejar de lado a la microempresa, ya que, la incorporación creemos, debe comenzar a ese nivel, pero de manera gradual e integral a efectos de atraer al microempresario a la formalidad”.
Además, los gobernantes se han comprometido a promover el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones para facilitar nuevas oportunidades de empleo, mejor educación y acceso a servicios de salud. Esta tecnología es una herramienta fundamental en el desarrollo laboral, pues permite lograr mayor productividad empresarial, generándose a partir de su uso nuevas modalidades laborales impensadas hace algunos años, como el teletrabajo o la misma descentralización productiva (tercerización de servicios).
Esperemos que estos compromisos que el Estado peruano ha suscrito como parte de la cumbre, y que también están reflejados en el Capítulo Laboral del TLC con EE UU, generen una mayor preocupación estatal por garantizar la vigencia de los derechos laborales, teniendo como norte al trabajo decente, opina.